viernes, 14 de febrero de 2025

Luna de nissan

 


Es la primera luna llena de primavera y los judios la conocian con el nombre de luna de parasceve o preparacion para el sabado. La luna de nissan simboliza el dolor, la muerte y el renacer de la vida.

Fue una noche de cuaresma, cuando en el cielo se va defiriendo el preámbulo luminoso para mantenernos en vilo el espíritu. Habíamos acudido, con ambición al descubierto, con la necesidad de encontrarnos con el prodigio. Uno nunca sabe cómo se aparecerá, ni cómo se presentará ante nosotros. El sentir de nuevo las tradiciones que nos enseñaron nuestros antepasados.

 Es un deambular por los senderos por los que transita la sorpresa, intentar alcanza el propósito principal, vivir de nuevo un vía Crucis intimo donde aún no está masificado por el público general, turismo y la necesidad de venderlo como un espectáculo donde muchos ya no se encuentran con Dios.

Caprichosos menesteres, sobre una barra de madera antigua en cualquier tasca con solera, hablando de nuestro sentir. Analizando el abono taurino de la temporada 2025 y como será el domingo de Resurrección en el barrio del Arenal. Todo hace indicar que será este año Toros Nuñez del Cuvillo para Morante, Talavante y Luque. De diferentes estrenos de hermandades, cambios y un largo combinado de dialogo con mil detalles por analizar. También recordando con los contertulios, aquellos que tenemos peques en casa, aquello de 40 cuentos para las noches de Cuaresma del amigo “Puente Mayor”.

Sigue existiendo la manera propia de huir  de los habituales donde se aglomeraba el gentío. Queríamos apartarnos del ámbito sobrecogedor, acercarnos a lo rutinario, buscar el envilecimiento de la tradición. Sólo Núñez de Herrera fue capaz de conseguirlo, de traspasar la visión gloriosa para enaltecer lo cotidiano, lo usual mostrarlo como extraordinario. Sólo tenía que apartarse del ombligismo narcisista y exhortar al impulso ebrio de las sensaciones a mostrarse. Hurgar en el rito para decapar los primeros estratos y holgar de los pensamientos.

            Fue una noche de alientos contenidos, cuando vuelves a sentir de nuevo lo que nunca has dejado de profesar…y ahí se vienen los recuerdos más dolorosos buscando a tus seres más queridos que ya no están y como era con ellos ese tiempo de espera. Mas duro aun, cuando lo convives con algún progenitor que tiene alzhéimer. Pues el mundo al revés, llevando de la mano quien lo hizo contigo e intentando explicar lo que ellos te narraban cada año. Sensaciones que querían concentrar la atención en la extensa y precisa devoción que se presentaba a la contemplación. Mirada piadosa que de forma trasversal te rompe el alma.

 

Por eso la vida se encarga que cada cuaresma sea diferente, con ojos de joven, que analiza de nuevo con distraída visión el ensimismamiento, al rezo bisbiseado que aletea sobre los hombros de este pueblo que precisa de sus Imágenes para poder seguir encontrando el misticismo.

 

En la oscuridad de la calle, ya de vuelta a casa, donde las farolas habían sido algunas apagadas y solo la luz de tu interior hace iluminar tus deseos…que se vuelven a encender con tu cirio anónimo cada año en Semana Santa. Al final solo queda agarrarnos a la esperanza de una forma íntima y bellamente presentada, como la doncella de los salmos, se presenta con los anuncios de los grandes profetas lisonjearan, sobre la ascua de luz con la reluciente candelería me acuerdo todo lo que vivimos y me enseñaste en todas las costumbres que cada año compartíamos. Ahora el mundo es al revés…quien lo diría.


Una pausa en el tiempo, un receso en la continuidad del espacio, porque con toda su extraordinaria brillantez, venia siempre a nosotros. Sonó tres veces el martillo, la plata que quiebra el silencio para avisar, para arrancar al descanso de su quietud. Se adivina un movimiento bajo las trabajaderas porque el claror del terciopelo de los faldones ha temblado, se ha rebelado contra la inercia cuando se han acomodado los costales a la madera de la trabajadera. Vuelve la voz ronca a solicitar la atención de los valientes. Tú y yo juntos de nuevo en el recuerdo. Tu, con tu vara delante del palio y yo un chiquillo con el capirote levantado cogido a tu mano.

jueves, 6 de febrero de 2025

Capillas con solera

 

Llega el tiempo de encendedores de cirios, candelerías, altares, hachones y candelabros… Nadie se acuerda de estas nobles personas que cuando sopla el viento y no solo me refiero atmosféricamente, siempre son ellos los encargados de dar luz a nuestra pasión.  

Cuantas promesas e historias hay detrás de cada mecha encendida. En este tiempo de espera todo se vuelve mas intenso al realizar el gesto de encender la llama que nos lleva al eterno deseo de nuestro ser.

Durante los cuarenta días de la Cuaresma, las iglesias de la ciudad donde radican cofradías se llenan de barroquismo al acoger los efímeros altares de cultos, auténticas máquinas escenográficas para honrar a las imágenes titulares que durante estos días son el centro de atención.

También altares efímeros que se montan en cada casa…más se sigue conservando en los pueblos de Andalucía que apenas ha cambiado a lo largo de los siglos introducida por los frailes Franciscanos en el siglo XV: cada capilla suele rotar en un grupo de hogares (por eso se llama «domiciliaria») de modo que pueda regresar al cabo de un mes al punto de partida. El turno va de vecino en vecino siguiendo siempre la misma dirección, y se procura que la capilla pase al menos una noche en la casa, de manera que los miembros de la familia puedan «velar» la imagen.


Asimismo, ocurre en el mundo taurino, en especial los días que los toreros torean en la plaza, crean su propio altar con mil estampas y alguna imagen.

Cuando iba de casa en casa, al llamar a la puerta se oía: «Ave María Purísima…» .Y había cierta preocupación si pasaban los días y la Virgen no llegaba el día en que la esperaban. En cada pueblo solían tener una oración para recibirla y otra para despedirse. Cuando llegaba la imagen a una casa se hacía el recibimiento, se abría la capilla y se le ponía una luz, que estaba hasta que abandonaba la casa, y para la salida se realizaba lo relativo a la despedida.

Suele colocarse la capilla en un lugar preferente, para que quede patente la protección sobre el hogar y sea fácil acudir en oración. En el interior, había unos libros pequeños en los que aparecían las oraciones que se les rezaban que sirven para recibir la imagen y para despedirla.

La tradición se mantiene siempre con los mas pequeños cuando llega la Semana Santa con esos nazarenos juguetones del fuego. La frase que te dice el celador en la orejita en tono amenazante de: «intenta que no se te apague el cirio» te la tatúas en el cerebro durante todo el recorrido de la estación de penitencia. Miedo se siente en ese momento. Y si el tramo es de niños, por lo tanto, esa persona debe tener una paciencia, pues además no solo debe que no se le apague el cirio al pequeño, sino que no le prenda la túnica al que lleva delante.

Luna de nissan

  Es la primera luna llena de primavera y los judios la conocian con el nombre de luna de parasceve o preparacion para el sabado. La luna de...