Con este acto piadoso, el Cachorro vino a refrendar que antes que Roma, Sevilla proclamó. Dos imágenes de la Semana Santa de España de singular fervor: el Cristo de la Expiración ‘El Cachorro’ de Sevilla, y la Virgen de la Esperanza, de Málaga, mostraron en el corazón de la Iglesia católica las particularidades del carisma cofrade.
Estas imágenes sobre su paso y su trono respectivamente, en
el marco de un desfile que está llamado a aunar a cofrades de toda la
cristiandad, mostrando la diversidad y riqueza de sus ritos,
fuertemente arraigados en sus respectivas culturas locales.
Muestra de ello también otras dos realidades cofrades
presentes, que integraron la llamada pre-procesión. De una parte,
la imagen de María Addolorata, de la ciudad de Enna, en Sicilia,
titular de su cofradía fundada en 1875 y que sale en procesión cada Viernes
Santo.
Como dijo el escritor alemán Goethe, antes de morir hay que
visitar Roma. Y así lo hizo el cristo de la Expiración en su último aliento de
vida. Aunque Triana a su manera no deja que muera cada primavera en Sevilla.
El Cachorro fue a Roma a conferir a todos los cristianos y no
cristianos cual es el peso del fuego. ¿Cuánto es el peso del fuego?.
Hay medidas que no se pueden cuantificar, pero viendo
estampas como la imagen de Ruiz Gijon con el arco de Constantino en Roma, hacen
saber que su peso es oro de un valor incalculable.
Recordemos que este emperador romano legalizo nuestra religión
en el año en el año 313 junto con Licinio. El arco de Constantino es un
monumento triunfal, como también lo es la imagen de Ruiz Gijón 1682 en el
barroco sevillano, ambos cimas de arte universal.
Hay dos fechas para entender el peso del fuego, una el 26
febrero de 1973 cuando la basílica donde se encuentra el Cristo de la Expiración
ardió su altar mayor y gracias a un sevillano como Rafael Blanco pudo evitarlo.
Y otra el 17 de mayo 2025 cuando el Cachorro en Roma prendió mecha a toda la
humanidad, encendiendo el fervor con el prometido paraíso.
Difícil cuantificar o contabilizar el peso del fuego, pero
desde la calle Castilla en Triana hay una inmensa llama que hace a los sevillanos
y resto de la humanidad tener un inmenso fervor, llenando y saciando nuestra
alma. Sea creyente o no, ante la imagen
del Cachorro toda persona queda perpleja por su magnitud. Como se suele decir…no
se puede morir de una forma más bella. ¿por qué te siento? ¿Por qué me llamas? Palabras
caídas de tu cruz, me cortan como un lamento, entre esquinas calladas o debajo
de tu sagrado cuerpo, levantándose el color grana.
Una pausa en el tiempo, un receso en la continuidad del
espacio, porque con toda su extraordinaria brillantez, venia siempre a
nosotros. Sonó tres veces el martillo, la plata que quiebra el silencio para
avisar, para arrancar al descanso de su quietud. Se adivina un movimiento bajo
las trabajaderas porque el claror del terciopelo de los faldones ha temblado,
se ha rebelado contra la inercia cuando se han acomodado los costales a la
madera de la trabajadera. Vuelve la voz ronca a solicitar la atención de los
valientes. Tú y yo juntos de nuevo en el recuerdo. Tú, sabiendo el peso del
fuego y yo como loco queriendo morir contigo en tus llamas para saberlo.