Cuando recorres las arterias de los
siglos, los sueños han abierto las ventanas, la piedra de nuestro amor es suelo
romano fiel testigo, y un paseo por la memoria que embruja los recuerdos cautivos
entre lo humano y divino, existe la magia, los secretos de la brisa duermen los sentidos,
unos secretos que se entregan al duende, que luchan jugándose la vida sobre la
tierra sagrada, mientras la fuente de la esencia con su susurro sigue entregando
las promesas que rompen el silencio entre campanas.
Cuando recorres las arterias de los
siglos, el corazón jamás se para, se brinda por la vida, los poemas se
desnudan, se buscan las miradas entre misterios, historias que se pierden por
las calles, buscando que la gloria los abrace, mientras Sevilla se desangra…
Un Maestro de pluma herida, arena
maestrante mojada por lágrimas de pozo, poeta de muerte y de vida, una calle
que da a la emoción, un poema de amor, tu gozo … asi es Sevilla.
La mañana siempre nace, abrazando las
musas que se inclinan, cuando oye rugir entre gargantas los secretos que las
almas dictaminan.
En el alma van los siglos recordando
que el honor sólo entiende de victoria y que el valor va agarrado de la memoria.
Llega un nuevo noviembre a esta
ciudad para respirar de forma clara, lo que nuestras entrañas siguen
trasformando por los tiempos. Demostrando que esta tierra es escaparate para el
resto de la sociedad como dijo Chaves Nogales.
En el toreo alza la bandera una
temporada más, de nuevo un sevillano como Borja Jiménez dejando patente la
diferencia entre torero de arte o el arte de ser torero como bien dijo Rafael
Moreno. Vuelve en este otoño los jueves flamencos de cajasol el toque, baile y
cante sigue asegurando su presencia para reflejo de nuestro sentir. Y esta ciudad
siempre ofrece nuestras tradiciones para sentirlas y vivirlas aunque pase el
tiempo.
También llego Don Juan Tenorio en
este mes de todos los Santos, donde todas las dolorosas se visten de luto. Gracias
a la tuna interpretando “Doña Ines” en el barrio Santa Cruz y esperando de
nuevo el puente de la Inmaculada para su fiesta mayor.
Todo son ritos en esta ciudad que
por si misma busca la excelencia sin falta de adulterantes. Aunque algunos modernos
intenten disfrazar o banalizar sin peso del fuego.
Esta ciudad es pura conmoción que
por si misma se reinvierte y convierte en su propio ser. Ahora solo queda
esperar al besamanos de la Virgen de la Amargura a finales de noviembre para
que el ciclo se cumpla y todo vuelva a empezar en el calendario exaltado de
nuestras pasiones. Cuando vuelva a pisar suelo todo será un volver a empezar
con su cuenta atrás para sentir nuestros ritos.
Origen y final del destino, puerta
de gloria siempre abierta desde la calle feria, donde nació uno de los mejores
poetas de Sevilla. Jesús de la Rosa nos dijo en sus temas sombra y luz del
sueño andaluz que sigue su corazón latiendo en un patio.