sábado, 18 de junio de 2022

Entre lo velado y visible

 

Viene el tiempo recortando la brisa, deshaciendo las horas que traen sueños y melancolías, que se convierten en pilastra o puntal de los sentimientos. Este verano nos traerá un nuevo otoño vestido de ilusión para envolver el aire en añoranzas, esta estación que mantiene en vilo la esencia, vuelve para desprender hojas en el alma y avivar la alegría. Son estas tardes pausadas las que contagian lo habitado para buscar tu propia aura. Sevilla cada primavera comparte el mayor de sus secretos con una naturalidad ensoñada, cada vez te lo cuenta de forma diferente y su significado es el mismo o quizás parecido, pero se converge donde el alma da forma a la magia de lo increíble. En estos meses tienes tiempo para digerir desde la distancia o la batahola de la fiesta lo que la antigua Híspalis te ha musitado, descifrándolo ahora tu a golpe de suspiros porque la estación se precipitaba sobre nuestras almas con la intención de convertirnos en quimeras.  

Esta primavera hasta el mismísimo Corpus nos ha agasajado de nuevo postales imperecederas, siempre eternas con una dulzura que traspasa fronteras. En el Corpus ha sido de nuevo la referencia del mundo engalanando una ciudad que es la soñada por cualquier idealista. Durante la cuaresma y en esta primavera hemos disfrutado de nuevo, como un niño con zapatos nuevos, de lo que siempre fue grandioso. De presenciar mil detalles y exposiciones que eran explosiones de arte para la vista. Que manera de llenarte tus sentidos de una forma sublime. Ya sea por lo inusitado de la imagen, ya por la nostalgia mezclada con alegría con la que las hemos recuperado.

Entre ellas me quedo especialmente con tres, a las que les recomiendo hacer una visita antes de que la caída de las hojas del calendario se acelere y nos encontremos con las palmas del Domingo de Ramos recién estrenadas en los balcones.

Se ha comprobado en este año ‘Cuando el barro cobra vida’, que reúne una selección exquisita de las obras del escultor Cristóbal Ramos con motivo de los 250 años de la hechura de la Virgen de las Aguas y por otro, la visión moderna, trascendental y rompedora del genio creador de Manolo Cuervo en ‘Manolo Cuervo, Semana Santa. Una visión de las cofradías desde la vanguardia’. También el aniversario de Pepe Luis Vázquez torero de referencia con máxima Sevillania y vinculado a la Hdad. De San Bernardo… y multitud de pequeñas y grandes exposiciones hasta la misma Semana Santa que es un arte efímero por nuestras calles.

Estas exhibiciones recogen y demuestran cómo el arte ha sido, a través de los siglos, un vehículo excepcional de comunicación para trasladar el mensaje del Evangelio a la sociedad del momento. El arte sacro, desde sus diferentes disciplinas, ha construido imágenes sagradas testigos de la religiosidad y la espiritualidad del hombre y que por ello han perdurado a través de generaciones. Y ha desarrollado en Sevilla una visión única y referente para el resto de la Humanidad. Desde lo clásico a las vanguardias, la belleza artística ha fagocitado lo racional para emocionar al espectador y poner a Dios en el centro del debate, mostrando su humanidad y a la vez la irrenunciable fatalidad de su destino, que no es otro que la salvación del hombre y el perdón de sus pecados. Qué mejor manera que esta para que la buena noticia llegue al cristiano de hoy, bien sea a través del color de Manolo Cuervo, del clasicismo de Cristóbal Ramos, o de las puntadas de oro de los artesanos sevillanos, auténticas postales de una Cuaresma que ponen en valor las tradiciones y que anuncian la llegada perpetuamente inminente de la Semana Santa.

Mientras nos queda la Feria de San Miguel con Morante de la Puebla y su máxima expresión en los tiempos recogiendo todas las tauromaquias en una, novilladas de promoción y tiempo de Glorias donde las exhalaciones se convierten en espiraciones que nos va enredando para una nueva primavera para comprobar entre lo velado y visible…donde Sevilla te musitara el mejor de sus invisibles secretos.






Capirotes

  Funde el albor a plétoras, aunque se tracen las sombras, sentirás cómo el alma se ve desbordada por los clamores y las gracias que se tran...