lunes, 24 de septiembre de 2012

A la cuarta tampoco va la vencida


Foto y cronica de Sandra Carbonero.


Plaza de toros  La Maestranza de Sevilla.
 Feria de San Miguel.
Tres cuarto de entrada en tarde calurosa
Toros de Alcurrucén bien presentados y de poco juego
Manuel Jesús “El Cid” de verde esperanza y oro: ovación con saludos y silencio
Sebastián Castella azul de turquesa y oro: ovación con saludos tras aviso y silencio tras aviso
Daniel Luque de pistacho y oro con cabos negros: ovación con saludos y silencio tras aviso
Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por la muerte del banderillero Félix Saugar “Pirri”.
Cuatro tardes ya. Cuatro tardes han hecho el paseíllo por el albero maestrante El Cid, Castella y Luque esta temporada. Cuatro tardes y resultados semejantes, sin triunfo alguno, sin pocas historias que recordar para grabar en la retina de los aficionados. Los tres matadores por los que apostó Pagés a principio de temporada como platos fuertes del abono sevillano les ha fallado. Ellos lo sabían. Venían con ganas a San Miguel, pero los de Alcurrucén no permitieron rematar sus esperanzas de salir victoriosos de Sevilla.
El Cid abrió cartel con un toro flojito, que por momentos ilusionó a todos. El de Salteras empezó con la muleta en la mano derecha dejando destellos que prosiguió con la izquierda. Por ahí, le había avisado el astado varias veces, hasta que en una colada le dio una tremenda voltereta. El cuarto no le dio opciones al Cid, aunque lo intentó. Cuando entró a matar, recibió un fuerte golpe en el pecho con el pitón.
Castella no termina de entrar en Sevilla. El segundo de la tarde fue un espejismo de anhelo de triunfo del francés en La Maestranza, con un animal que salía del muletazo con la cara alta. Sebastián consiguió templarlo, principalmente con la mano diestra, con la que obtuvo dos series meritorias en redondo. Poca historia que contar con el quinto, del que destacó el inicio de una faena demasiada larga, en el centro con pases cambiados.
Daniel Luque no pudo lucirse con el capote en el tercero con un toro que se frenaba. Con la muleta, empezó con doblones que calaron en los tendidos. Le siguieron sendas tandas con la derecha de brillantez. Cuando el sevillano lo intentó con la izquierda, el animal se vino abajo. Con el sexto, nada pudo hacer más que acabar con él. 
Cronica de Sandra Carbonero

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