Brotan las campanas al aire,
rompiendo el silencio y azul cielo, umbral de flores rozan tu voz, agua de la
fuente corre por el callejón, brota la sonrisa y la herida reposa un parvo su
dolencia. Así errar, cualquier rincón de Sevilla. Elección poética si lo hace
en esos clásicos recovecos donde sigue soñando la magia, llegar…¿quién piensa? …caminar
es lo que importa.
Mes de Don Juan Tenorio, luto
y rigor mortis. Mes para recordar la libertad. Pues incluso el luto que visten
nuestras dolorosas Sevillanas, se visten también, por las pérdidas de las
mismas. Cuando en el pasado siglo fueron incineradas por diferentes índoles. 26
de febrero de 1973 la Virgen del Patrocinio, hdad del Cachorro se quemó
fortuitamente y cuyas cenizas porta en el interior de la actual imagen. No tan
fortuito fue el caso de la Virgen de la Hiniesta en el año 1932 por causas de
guerra política y que casi un siglo después estamos en los mismas formas, sin
avanzar.
Ahora es él quien porta
el testigo de la magia, de la gran responsabilidad de mantener viva la llama de
la fantasía, en la creencia de que todo es posible desde la ilusión, en este
mes tan sombrío que vive en los recuerdos. Creando libertad, rescate y dulzura.
Porque eso les hará ser consecuentes en la razón, que el ensueño, de los
momentos mejores del año, vendrá a consolidar el conocimiento y los acercará a
la realidad del encantamiento. Así se viste noviembre de memorias y que habrá historias que parecerán sueños y
sueños que se hicieron realidad. Sabes que la magia va enraizando el espíritu,
y llegara diciembre y su Esperanza que eleva las mismas cotas de entelequia, hechos imposibles. El próximo 28
de noviembre misa en acción de gracias por el mundo taurino. Por todos los que
se fueron y gratitud por el venidero. Comenzó el mes de los
difuntos y las
Vírgenes de Sevilla se visten de luto. A través de las redes sociales, las
hermandades han ido publicando imágenes con sus dolorosas para estos días de
noviembre. Y siempre en el recuerdo la muerte de Joselito el Gallo hizo
que la Macarena se vistiera así por primera vez de azabache por la muerte de
una persona tan afamada. También se vistió cuando falleció Juan Manuel Rodríguez Ojeda o
José Luis de Pablo Romero. A partir de entonces, las
hermandades sevillanas han convertido en tradición esta forma de vestir a las
Vírgenes en noviembre.
Pobre cuerpo dolorido, triste alma
lacerada, la voluntad muerta en la noche y en el día sin gloria que responda. Vírgenes
Sevillanas que en cada Iglesia o templo hacinan ascuas de creyentes, para dar
calor a este tiempo. Por momentos arrebatando
esas quimeras, que muy dentro del ser también arden con la misma intensidad
dañando sus cuarteles de invierno, pues habrá más mundo que la fantasía, es la
crueldad del destino en unos ojos irradiando el pesar. Dolorosa de luto no
permitas que sea mancillado el universo donde crecen las quimeras, donde las
fábulas van escribiendo una historia, donde los mitos recitan versos sobre
estrellas que designan caminos y encuentros.
Es tiempo de una luz
diferente. Por todos los que se fueron. El viento va repartiendo la fría brisa
en frescos sorbetes, pregonando al azahar, secretos del sol poniente. Alfarera
memoria que te trae remembranzas, converso en tu sentir. Soledad de estación. Es
el peso. ¿Pero y el tiempo? ¿Cuánto dura la eternidad? ¿Cómo se mide la
felicidad? ¿Cómo se calcula? El tiempo es una mentira que se manifiesta de
maneras extremas en estos días negros, que nos hace vencer o morir en la
contemplación o en la espera. El tiempo es un fogonazo en la grandeza del
universo o una eternidad en el dolor.
Es tiempo de una luz
diferente. Siéntate en el abrigo del invierno y camina hasta donde doblan las
campanas. Seguro que allí te espera los contraste de Sevilla, mientras suena
los acordes de alguna vieja marcha. Por ejemplo…solea dame la mano.
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