domingo, 13 de enero de 2019

Albor de estos dias

Viene el albor de estos días a refrendar la razón del tiempo que aclama por llegar. Es el marco como un cartabón que nos introduce en el ardor con trazos de nuestras vivencias en estos días donde todo se va acercando.  Es la cuaresma un tiempo de infalible reconversión, días  para meditar y vivir la hermandad. Que ser cofrade, no solo sea solo un adjetivo y sepas vivir el tiempo que falta con tus titulares de la cofradía y así sobre nuestros comportamientos habituales regenera el propio ser, puede que llegue a rescatar nostalgias olvidadas, y sentir más la divinidad.

            Es una doliente sensación este manantial de luces de preámbulo a nuestros dias de pasión. Ciclos que nos llega desde el cielo, que purifica el ambiente y nos presenta un paisaje de mil sabores que se abren como abanico para disfrutar la espera. Los pabilos de las velas que se presentan en los altares de cultos cuaresmales evoca la ebullición en las Iglesias.  Las claridades menguan su intensidad para mostrarnos al intimismo, para presentarnos los misterios que nos conmueven y nos mueven a la misericordia. El aroma de este azahar convulsivo, mariposeando en el verdor de los naranjos, alertándonos de la inminencia del tiempo más precioso. La hilera de naranjos ha transfigurado mis pensamientos, ha turbado mis sentidos, ha eclipsado y vencido al poderoso dominio del olvido. Nos sacude la nostalgia con una descarga imprevista de melancolía que hace que nos tambaleemos, que nos confundamos, incluso nos desquicie el sentido del tiempo y nos desubique de los hechos que manteníamos como certezas indiscutibles. Es la voz de interior que se presenta de pronto, como esa luz de primavera que nos llena de gozo, que se muestra a los sentimientos sin invitación para elevarlos al éxtasis, para envolverlos en el celofán que nos separa de la realidad, que nos la oculta con su cromática opacidad, y que nos recupera al mundo y sus circunstancias cuando cruje al desenrollarlo y separarlo del alma.

Gracias a Fernando Vaquero, cartelista de la Semana Santa 2019, ya tenemos la obra que nos ilustre en esta Cuaresma. En estos días donde todo son preparativos pues el tiempo hasta que llegue la luna de parasceve, se mueve, como se alteran las mañanas y las tardes, una evolución de luz que es legado de nuestras tradiciones. También en este año es la despedida del torero  ”El Cid”  seguro que tendrá la despedida de Sevilla en la Real Maestranza de Caballería que tanto se merece. Torero dentro y fuera de la plaza que ha donado mas de un traje para diferentes hermandades en las cuales se convierten en sayas para la Virgen.

       Entre amigos de tertulia siempre sale al aire algunas letras de Rodríguez Buzón, Padre Cue, Cernuda, Becquer, manolo Toro…. que enervaba el espíritu cofradiero y quiebra en el alma,  los cristales mojados y centenares de gotas de lluvia recorriendo las trasparencias de los vidrios de nuestros pensamientos, cuando empezamos a conocer las profundidades de los misterios del Señor, de la grandeza de su mensaje, declamando la poesía de la ventanita de la calle Feria o calle Aguila, que yo buscaba revestido de niño nazareno, en las estrecheces de esa calle….o cualquier otra donde te lleve el corazón.

Atravesando cabal preciso callejón, por donde desemboca a tu garlochi, marca la pauta por antiguas paredes que corre a lo largo de tu magia que es, la que despierta, los elementos capaces de transportarnos en el tiempo, de hacer volar nuestra imaginación hasta convencernos de esta magnífica mutación de los espacios, de la recuperación de sensaciones que fuimos guardando cuando en la esquina del pasado, advertido el corazón por los sones de una marcha aparecía el Cristo o el palio que hacia tu propia estampa o cartel de la Semana Santa. ¿Cuántas estampas guardas con ahínco? En esta ocasión en el cartel de la Semana Santa 2019 sale el templete de la Cruz del Campo “donde empezó todo” . Tambien sale la túnica de la Amargura, que inconscientemente este año se cumple 100 años de la creación de esta pieza musical creada por Font de Anta, base de cualquier músico cofrade. Cristo de la Caridad de Santa Marta es la obra principal del cartel con la Virgen de la Quinta Angustia.

Solo queda que el cartel taurino de este año, que anuncia el abono de la temporada taurina de Sevilla, tenga un guiño con Chicuelo. Ya que se cumplen 100 años de su alternativa de manos de Juan Belmonte.
 Es esta luz que lentamente alimenta las pilastras y las enredaderas, que tan delicadamente cuidan nuestras abuelas y las vecinas del barrio, en el patio de nuestra casa, la que nos anuncia la belleza y la alegría que está por llegar. En los albores de la primavera, que pronto estará la primera en la Campana y el toreo en la Maestranza.

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