miércoles, 2 de junio de 2021

Tornar el torno

 

En estos días volví a la casa de mi abuela, ya casi en ruinas, no solo materialmente sino metafóricamente. Pero la esencia sigue viva, cuando me asome al patio donde se conserva los recuerdos de una vida.

Me hizo eternizar el momento con lo que estamos viviendo hoy en día, buscando el símil con esta pandemia o crisis sanitaria que ha dejado en ruinas a media población y vacía de turistas.

Así esta Sevilla. Irreconocible. En todos los aspectos. Aunque si es verdad, que si nos asomamos al sentir de las tradiciones la llama sigue viva.

Con naturalidad…con eso que perdió esta ciudad…los más jóvenes han sabido estar a la altura con esos pequeños pasos de la Santa Cruz, cantera de tantos cofrades. Se han paseado por las calles de la capital de Andalucía proclamando nuestro sentir. Cosa que los más mayores e instituciones siguen sin estar a la altura de las circunstancias.

En estos días de Corpus…hay tres días que brillan más que el sol. La cosa sigue igual o parecida. Ains…doña Tancreda. Sigo sin entender por qué no hay toros en la Maestranza este verano, para el Corpus y Virgen de los Reyes.

Ahora hablan con redundancia y aspavientos que el primer paso que saldrá a la calle será el Gran Poder. Otra vez un error, si queremos que todo transcurra con normalidad y más con tantos cofrades de ansias de ver un paso en la calle. Lo normal es que vayan saliendo o transcurriendo las que correspondan en el curso cofrade de Glorias. Por ejemplo, el mes de julio con la Virgen del Carmen seria todo un acierto. Pero….las instituciones son las que tienen la última palabra. Ya veremos cómo canta el gallo…

Usanzas Sevillanas que deben de tener la normalidad y naturalidad de otros siglos…y algunos ilusos pensaban que esta pandemia haría sacar lo mejor de nosotros y resetearnos para valorar lo que tenemos. Y todo sigue igual.

Buenos igual…igual no sigue…vamos a peor pues hay muchos Sevillanos ilustres que nos han dejado con esta pandemia y no hay juventud ni estamentos que apoyen las antiguas tradiciones donde vive la ciudad. Todo un espejismo de lo que fue.

Ejemplo de ello, Manuel Herrera que defendió el flamenco hasta ponerlo en el sitio que correspondía. Ahora ya fallecido le dan la medalla de la Ciudad. Como siempre digo, los reconocimientos en vida y más aún apoyar a los sevillanos de pro que defienden lo nuestro. No dándole migajas.

En el panorama taurino hay algo de luz con los jóvenes Roca Rey y Juan Ortega que nos traen esa frescura necesaria para avivar la llama. Con su fuerza y naturalidad hacen sembrar la ilusión perdida. Ilusión que debe coger todos nuestros ritos para presentarlos en la sociedad actual.

Retranquear la distancia exacta de la llama, para avivar el fuego del concebir.

Ya lo decía Miguel Delibes “el encanto de estas sencilla manifestaciones de Fe y tradición reside, precisamente, es su espontaneidad, en su improvisación en su falta de ensayo.

También lo narraron los hermanos Alvarez Quintero en 1935 con la comedia La inglesa sevillana. Federico García Lorca en unos versos publicados en el poema del cante jondo, asimila todo nuestro profesar en usanzas de ritos de la ciudad, como algo mitológico lleno de literatura artúrica o la épica italiana. Incluso José Jiménez Lozano gran escritor definía las tradiciones de Andalucia que reflejan muy fielmente el rigor y la severidad del rito sin perder la chispa del pueblo que s la que le da vida.

Y en eso debemos incidir valorando en tornar el torno, como lo hacen los diferentes conventos de la ciudad. Buscando la esencia y manteniendo las tradiciones. Mientras los niños nos siguen dando un ejemplo de vida…



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