martes, 14 de febrero de 2012

Fiesta primavera 2012



Antonino Parrilla

Natural de Sevilla, su infancia transcurrió en el barrio de San Julián, cerca de la calle San Hermenegildo, donde se crió en el seno de una familia de maestros confiteros. Su padre trabajaba en la famosa confitería de La Campana y, posteriormente se trasladaría a Cádiz, donde abrió el negocio llamado La Camelia, lo que motivó que Antonino se trasladara a la Tacita de Plata desde los 4 a los 9 años.
Posteriormente, regresaron a Sevilla, donde su padre abrió un negocio de pastelería, en el que trabajaría Antonino desde los 9 a los 25 años. Su vocación se despertó de niño en el campo de la escultura, realizando pequeñas figuras de cera relacionadas con el mundo del toreo y del caballo.
A partir de los 25 años, cambiaría su concepto de la vida, cuando quiso dedicarse al mundo de las artes, en el que ya hacían algunos pinitos, aunque no profesionalmente, su padre y su hermano Enrique. Sería precisamente éste último, quien le regaló su primera caja de pinceles y colores cuando iba a contraer matrimonio.

Su decisión fue tan firme, que decidió dejarlo todo para comenzar a estudiar en la Escuela de Artes y Oficios con 29 años. Llegó a ésta de la mano de un amigo, Ramón Monsalve, profesor de la misma. Una vez terminados sus estudios, amplió sus conocimientos en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, donde ha ejercido durante 30 años como profesor de Dibujo de movimiento y Colorido.

También ha sido profesor de Cerámica durante tres décadas en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla. Y es que su faceta artística abarca los campos de la pintura, escultura y cerámica, lo que lo convierte en un verdadero referente en Sevilla.

Reconoce que haber ejercido la docencia es una de sus mayores satisfacciones, poder transmitir sus conocimientos a varias generaciones. Hoy día, ya disfruta de la jubilación.

Su estilo artístico lo enmarca en el realismo mágico.
La técnica que utiliza casi siempre es pintura al óleo, aunque en ocasiones emplea técnicas mixtas con acrílico y acuarela. Se denomina un pintor poco comercial, porque reconoce que ha tenido la fortuna de pintar lo que le ha apetecido.

Afirma que lo más duro a lo que se enfrenta el artista es a la incomprensión, es decir, a que el público no entienda su obra. Entre sus autores favoritos figuran Velázquez, El Bosco y Kimt.
En lo que respecta al cartel de Fiestas de Primavera de Sevilla, reconoce haber sentido una “profunda satisfacción cuando la delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto-Castro, le transmitió su decisión, porque es un honor para cualquier artista de esta tierra”.

Amante de las tradiciones sevillanas, se considera un verdadero enamorado del flamenco y del mundo de los toros.

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