La belleza de los objetos
reside en la mente de quien los observa. Sevilla parece transportar a quien la
visita y navega por sus calles, una visión hecha estímulo para los sentidos.
Una vastedad de detalles y
matices se hacen armonía , huyendo de lo obvio y nos guian a una realidad
cotidiana soñada. Se exhibe con pasmosa habilidad llena de magia, pero con
naturalidad.
Como las hojas
van alfombrando las calles, viene a cubrir mi memoria una sensación de
nostalgia, en este tiempo de pardos tejados y azoteas brillantes que se
envuelven con el rocío de la mañana y un frio hace de la vida contra reloj con
dudas que atormentan sueños separados. El otoño va imprimiendo notas de color
adormecido por la primera luz de la tarde, de esta hora ausente y retorcida de
los domingo oscuros de adviento. Son recuerdos de la juventud que alumbran mi
memoria hasta los abrigos de hoy dia. El tiempo desnuda la mañana como sueños nuevos,
cuando llega diciembre, relámpagos invisibles de esperanza, para las miserias
diarias de nuestra sed.
Una postal
taurina en el arenal, un nazareno apoyado en un cirio, un coche caballos,
horizonte del alfarafe, unas castañuelas, la mantilla en blanco y negro, una
flor de geranio, un patio de vecinos, unos amigos y sus risas, una gitana
sonriente y la penumbra de oro de una fuente a media luz…. De momento he
escalado a la azotea, no se si de una casa cualquiera con puerta de madera o a
mis pensamientos que siempre me obsequian cuando lo deseo.
Llega el final
del año con su esperanza y adviento, que abren paso, a nuestras fiestas con mas
pureza, esperando al hijo de Dios como figura glacial, indescifrable y
sofisticada que intenta la sociedad perder en nuestro siglo, desvirtuando la
realidad de lo clasico.
Quiero que
siga brillando el sol y su calor dentro de mi, aunque fuera la temperatura sea
bajo cero, para sentir la ternura, humildad y sencillez con mas pureza de
nuestras verdaderas fiestas. La llegada de la buena nueva. El recuerdo de lo
que realmente se celebraba.
Que lo que ha
de venir en este 2017, nos llene siempre de Esperanza, sabiendo pintar en el próximo
lustro el mejor paisaje interno y externo de lo que reverberamos. La hoja esta
esperando ser esbozada con renglones torcidos, Dios para corregirlo, que surge
como el agua fresca de cada dia sin mas pretensiones. Siente la
experiencia y elegancia como parte tuya
para teñir cada dia con colores diferentes pero sin dejar los matices que te
enseñaron nuestros antepasados. Que la naturalidad y naturaleza sea concebida llena
de gracia, como siempre fue, sin el estimulo cotidiano contaminado.
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